Miguel de Cervantes Saavedra es considerado la máxima figura de la literatura española. Nació en Alcalá de Henares (Madrid) el 29 de septiembre de 1547 y murió el 22 de abril de 1616 en Madrid. Es mundialmente conocido por haber escrito “El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha” (1605) considerada la obra cumbre de la literatura española y que los críticos consideran la primera novela moderna. Conocida como “El Quijote” es el segundo libro más editado y traducido de la historia, solo por detrás de la Biblia.
Cervantes fue escritor de novelas, poesía y teatro, y soldado. Así se autodescribe al principio de sus “Novelas ejemplares”. Como no hay retratos suyos (fiables) de la época, es la mejor manera que tenemos de conocerlo:
“Éste que veis aquí, de rostro aguileño, de cabello castaño, frente lisa y desembarazada, de alegres ojos y de nariz corva, aunque bien proporcionada; las barbas de plata, que no ha veinte años que fueron de oro, los bigotes grandes, la boca pequeña, los dientes ni menudos ni crecidos, porque no tiene sino seis, y ésos mal acondicionados y peor puestos, porque no tienen correspondencia los unos con los otros; el cuerpo entre dos extremos, ni grande, ni pequeño, la color viva, antes blanca que morena, algo cargado de espaldas, y no muy ligero de pies. Este digo, que es el rostro del autor de La Galatea y de Don Quijote de la Mancha, y del que hizo el Viaje del Parnaso,... y otras obras que andan por ahí descarriadas y, quizá, sin el nombre de su dueño. Llámase comúnmente Miguel de Cervantes Saavedra. Fue soldado muchos años, y cinco y medio cautivo, donde aprendió a tener paciencia en las adversidades. Perdió en la batalla naval de Lepanto la mano izquierda de un arcabuzazo, herida que, aunque parece fea, él la tiene por hermosa, por haberla cobrado en la más memorable y alta ocasión que vieron los pasados siglos, ni esperan ver los venideros, militando debajo de las vencedoras banderas del hijo del rayo de la guerra, Carlo Quinto, de felice memoria.”
Según Emilio Sola Cervantes sería un profundo crítico social, cuyas principales "cargas de profundidad" quedarían un tanto escondidas en sus obras más conocidas. Estas críticas son sorprendentemente actuales y, según este historiador español, podrían resumirse en:
- rechazo a la política profesional pues Cervantes consideraría a los políticos como «cortesanos sinvergüenzas y lisonjeros»
- la protesta feminista bien representada en El Quijote por la pastora Marcela; una doncella exageradamente hermosa que vive en libertad y defiende sus principios sin apoyo masculino de ningún tipo y que no se siente responsable del suicido de Grisóstomo (tras el rechazo de ella)
- y su comparación de las empresas modernas con galeotas corsarias, donde el dinero y la corrupción serían los nuevos dioses.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Muchas gracias por dejar tu comentario.